sábado, 19 de diciembre de 2015

Así.
Hoy me siento como una concha vacía y reseca
 Abandonada en la orilla del mar.
Es tristeza
 Aunque las conchas nunca están tristes
Tampoco las he visto nunca sonreír
Simplemente están.
Es acaso ¿soledad?
Me gusta la soledad, tampoco es eso.
¿Qué sucede cuando el corazón palpita desenfrenado
 en medio de la noche?
¿Cuando la respiración se acelera y duele?
Cuando descubres que cada día es una copia del anterior.
Y pasan… simplemente se suceden uno a otro irremediablemente
Los días…
Quizás no me parezco tanto a esa concha
A ella la acaricia el mar
La besa la arena
La baña la noche de estrellas

Por eso no le hace falta llorar.